Primer Encuentro Nacional de Cumbre Agraria
La propuesta de caminar hacia la Cumbre Agraria como espacio permanente de unidad, encuentro, movilización y construcción de respuestas hacía una política de transformación del campo ecuatoriano es promovida desde los sectores indígenas, montubios, afros, campesinos, pequeños y medianos productores, pescadores, consumidores, trabajadores y sectores populares. Este proceso surge como una decisión de la Cumbre de los Pueblos realizada en marzo de 2015, por el proceso de unidad entre los sectores de los trabajadores y campesinos y, por la decenas de miles de campesinos sin tierra, sin agua, sin semillas.
De tal forma, que esta movilización hacia la Cumbre Agraria es un mecanismo que viabiliza las propuestas de los sectores populares para para fortalecer la autonomía territorial, la búsqueda de mecanismos de reactivación de la producción campesina, para politizar la soberanía alimentaria, y crear alternativas económicas ante la actual crisis económica, política y social que sufre el país. Nos negamos a que esta crisis la paguemos campesinos y trabajadores. La Cumbre Agraria es un mecanismo que viabiliza las propuestas de los sectores populares, entre otros ejes centrales que se señalan en lo posterior.
La movilización responde además a la negativa del gobierno nacional de pagar la deuda histórica que tiene el Estado ecuatoriano con los sectores campesinos, con los pueblos y nacionalidades y demás sectores populares, y que en su lugar, promueve una serie de políticas extractivas y agroindustriales que profundizan la dependencia del Ecuador hacia el mercado internacional y las materias primas, lo cual, desencadena la crisis que vivimos en el país.
Tenemos una serie de derechos que nos garantiza la actual Constitución de la República aprobada en el 2008 y diversos instrumentos internacionales que nos respaldan como los derechos de los campesinos (en debate en las NNUU) y el 169 de la OIT, entre otros.
Además, como nos han demostrado los procesos de construcción unitaria en Colombia, y otros países de Latinoamérica, el movimiento campesino y popular ha logrado recomponerse construyendo una agenda estratégica y planes de lucha concertados para avanzar tanto en las conquistas concretas como en conciencia, reconociendo la diversidad de situaciones, posiciones, prácticas y tácticas que conviven en el movimiento campesino, de trabajadores y de pueblos y nacionalidades.
La propuesta de caminar hacia la construcción de la Cumbre Agraria como plataforma de lucha y de su 1º Encuentro Nacional se inspira en estas experiencias y en la capacidad de lograr procesos reales de incidencia como resultado de la unidad de las organizaciones del campo, luego de múltiples encuentros parciales de los sujetos agrarios del país en las luchas por la Ley de Aguas y la Ley de Tierras, así como de las experiencias concretas de intercambio de debate como el II Encuentro Nacional de Agroecología.
El papel de los campesinos y comunidades es determinante para la soberanía alimentaria, para la vida económica del país, para el cuidado de la naturaleza, así como para el fortalecimiento y florecimiento de la pluriculturalidad y plurinacionalidad. Somos productores, somos los que trabajamos y cuidamos la tierra, con pensamiento experiencia y conocimientos, con sabiduría, cultura. Nuestros derechos deben ser respetados, no podemos ser tratados como sector indigente y damnificado con paternalismos ni caridad.